Albergue San Cristobal

La importancia de las vacunas en los perritos

Las vacunas son fundamentales para la salud de los perritos...

ya que los protegen de enfermedades que pueden ser graves e incluso mortales. Desde el nacimiento, los cachorros deben recibir una serie de vacunas que los protegerán de enfermedades comunes como parvovirus, moquillo y hepatitis canina.

El parvovirus canino

se transmite principalmente a través del contacto directo con las heces contaminadas. También puede propagarse a través de objetos y superficies contaminadas, como tazones de comida, ropa, jaulas y manos de personas que han tenido contacto con perritos infectados.

Los síntomas de la infección por parvovirus incluyen:

  1. Diarrea severa: Esta es a menudo sanguinolenta y puede provocar deshidratación rápida.
  2. Vómitos: Si estan infectados pueden vomitar repetidamente.
  3. Anorexia: Falta de apetito y negativa a comer.
  4. Letargo: Puede estar débil y mostrar signos de cansancio.
  5. Fiebre: Puede haber un aumento en la temperatura corporal.

La infección por parvovirus canino puede ser potencialmente mortal, especialmente en cachorros no vacunados. La deshidratación severa es una complicación común y puede llevar a la muerte.

El moquillo canino

también conocido como distemper o enfermedad de Carré, es una infección viral altamente contagiosa. Causada por el virus del moquillo canino (CDV), esta enfermedad afecta a las vías respiratorias, gastrointestinal, y en algunos casos, el sistema nervioso central.

Los síntomas comunes incluyen fiebre, secreción nasal y ocular, tos, letargo, pérdida de apetito y vómitos. En casos más avanzados, el moquillo puede causar convulsiones, problemas neurológicos y trastornos en las almohadillas de las patas. La transmisión ocurre a través del contacto directo con secreciones de animales infectados.

La vacunación es la mejor manera de prevenir esta enfermedad. Los cachorros suelen recibir una serie de vacunas para protegerlos, y los refuerzos regulares son esenciales para mantener la inmunidad a lo largo su vida. El tratamiento del moquillo es principalmente de apoyo, y la prevención juega un papel crucial general en su salud.

La hepatitis canina

también conocida como adenovirus canino tipo 1 (CAV-1), es una enfermedad viral que afecta principalmente a su sistema hepático. Es causada por el adenovirus canino tipo 1, y los síntomas pueden variar desde leves hasta graves. La infección puede afectar diferentes órganos, incluido el hígado, los riñones, los ojos y las membranas mucosas.

Los signos clínicos comunes de la hepatitis canina incluyen fiebre, letargo, pérdida de apetito, vómitos, diarrea y dolor abdominal. En casos más graves, pueden desarrollar ictericia (coloración amarillenta de las mucosas y la piel) y problemas hemorrágicos.

La hepatitis canina se transmite principalmente a través de la exposición directa a las secreciones corporales, como saliva, orina y heces infectadas. La vacunación es fundamental para prevenir esta enfermedad. La vacuna contra el adenovirus canino tipo 2 (CAV-2) se utiliza comúnmente, ya que proporciona inmunidad cruzada contra el CAV-1 y también protege contra la tos de las perreras.

La atención veterinaria oportuna es crucial en caso de sospecha de hepatitis canina. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas y brindar cuidados de apoyo. La prevención a través de la vacunación es la medida más efectiva para protegerlos contra esta enfermedad.

Vacunación

A medida que nuestro peludito crece, es importante mantener su programa de vacunación actualizado, con refuerzos regulares para garantizar una protección adecuada contra estas enfermedades infecciosas. Además, es importante que reciban vacunas adicionales para enfermedades específicas como la leptospirosis y la tos de las perreras, especialmente si se expondrán a otros en el parque o en otras áreas donde puedan interactuar.

En resumen, las vacunas son una parte vital de su cuidado y pueden prevenir enfermedades, salvar vidas y mejorar su calidad de vida. Es esencial trabajar con un veterinario de confianza para crear un plan de vacunación adecuado y garantizar que reciban la protección necesaria durante toda su vida.